En la sociedad actual, hay diversas crisis que preocupan, pero una de las más alarmantes es la falta de atención a la educación sexual en los adolescentes y jóvenes. A partir de los 11 años, ellos comienzan a experimentar cambios en sus cuerpos, pero no reciben una guía académica adecuada para prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
A pesar de que este tema se imparte en el colegio como parte de la materia de biología, su eficacia es cuestionable, ya que los índices de embarazos no deseados y ETS aumentan en lugar de disminuir cada año. Esto se debe a que la información se proporciona cuando los jóvenes ya han iniciado su vida sexual activa. Por ello, es fundamental que la educación sexual comience en casa, con información sobre los riesgos de las relaciones sexuales sin protección y a una edad inadecuada. No se debería imponer confusión en cuanto a la orientación sexual a edades en las que aún no se está interesado en ese ámbito.
En resumen, es esencial que los padres aborden este tema de forma gradual cuando sus hijos comiencen a experimentar los cambios hormonales típicos de la edad para asegurar una adecuada educación sexual.
Si se inicia la educación sexual en el hogar, se podría proporcionar una mejor guía y control a los jóvenes en cuanto a la planificación familiar y de relaciones sexuales saludables. En este sentido, es fundamental abordar el tema del nuevo modelo familiar del siglo, que se caracteriza por la elección de no tener hijos.
Este modelo de vida lo practica la conocida generación Y o Millennials, quienes priorizan su realización profesional y la inversión de sus ingresos en gustos personales antes que la concepción de hijos. Una de las características clave de este modelo es que las mascotas se convierten en el núcleo de la familia, que, en muchos casos, ocupa el lugar de los hijos. Muchas parejas consideran que tener hijos no es indispensable debido a que implica mayores gastos y responsabilidades. Además, algunos piensan que la llegada de más niños al mundo contribuiría a la sobrepoblación.
Si bien muchas parejas disfrutan de su relación durante los años biológicamente adecuados para concebir, existen casos en los que deciden tener un hijo cuando ya tienen una edad avanzada. Aunque los avances tecnológicos pueden permitir la concepción, hay un mayor riesgo para la salud de la madre.
No obstante, la libertad de elección permite tomar decisiones conscientes en cuanto a la planificación familiar. Es fundamental educar adecuadamente a los jóvenes en relación a estos temas, acorde a su nivel de comprensión, y luego planificar una familia en función de las posibilidades de cada implicado. Cabe destacar que, como especie humana, existe el deseo de perpetuarnos y formar futuros compañeros de vida que brinden amor incondicional si se les corresponde de la misma forma.
En conclusión, es importante abordar el tema de la planificación familiar de manera consciente y educar adecuadamente a los jóvenes para que tengan las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas para su futuro.
Columna de Opinión
