El otro día, veía una película del clásico cine mexicano, para distraerme un momento, sin embargo, al ir prestando mayor atención a una de esas canciones movidas y llenas de alegría me di cuenta de que la letra, fomentaba la violencia hacia las mujeres, al incitar a un hombre a secuestrar a la protagonista. Lo que me llevó a pensar que el tema de la violencia hacia las mujeres no es un tema del pasado, sino un tema bastante actual.
Por ejemplo, las cifras que la Fiscalía General del Estado, sacó sobre la violencia hacia mujeres y menores desde enero hasta agosto de la presente gestión; son alrededor de 33.453 casos y van en aumento. Es triste ver nuestra realidad, la realidad de las mujeres en Bolivia, que como en antaño continúan viviendo en una situación de violencia que en muchos casos derivan en feminicidios que dejan a niños huérfanos y sin recursos.
Si bien en nuestro país, se tiene la ley 348 que castiga los crímenes realizados hacia las mujeres, son cada vez más los colectivos que reclaman, que las normas de esta ley no son cumplidas. Y es lo que vemos en las noticias diarias, cuando los agresores son soltados y las víctimas viven con miedo. O en muchos casos los hombres que cometen este crimen ingresan a la cárcel, pero son liberados en un corto tiempo, como sucedió a inicios de esta gestión cuando se tuvo que recapturar a 21 feminicidas y procesar a jueces y fiscales que los liberaron.
La violencia hacia la mujer se constituye a mi parecer, en una de una de las acciones más más viles y antigua, en la historia del ser humano pues data desde sus inicios y sin embargo sigue tan vigente en nuestro mundo actual como lo fue antaño. Además, de que la sociedad continúa fomentando la impunidad de los agresores, la vergüenza y el silencio de las víctimas.
No obstante, la lucha contra la violencia hacia el sexo femenino, no es solo de nuestro país, sino, del mundo entero. Y es bueno saber que a partir del 2006 surgieron movimientos activistas como #NiUnaMenos, #BalanceTonPorc, #TimesUp y #MeToo, que pretendían manifestar la necesidad de prevenir y responder a la violencia contra las mujeres. Y es por ello que inclusive se declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para poder realizar acciones que detengan y erradiquen de una vez por todas este crimen.
Es por todo ello se debe impulsar una mejor educación hacia las mujeres desde que son niñas, reforzando su autoestima y previniéndolas ante cualquier señal de violencia tanto física como psicológica por parte de sus familiares masculinos más cercanos, compañeros de clase, amigos, profesores o docentes. Y así cortar esa cadena de violencia que se viene arrastrando desde las antiguas generaciones y poder aportar a un mundo donde las mujeres vivamos sin miedo y resentimientos.
Es difícil ver los reportes de las Naciones Unidas, que revelan que cada 11 minutos perdemos la vida de una mujer, una información que rompe el corazón. Por lo que, en nuestras manos está poner un alto a este crimen de género ya que no será eliminada hasta que hombres y mujeres nos neguemos a tolerarlo y contribuyamos a un mañana sin ningún tipo de violencia.