"No se baila así nomás" pudo ser un argumento empleado por todos los que participaron en la Fiesta Mayor de Los Andes, la festividad del Gran Poder. Sin embargo, lo que llevó al sociólogo, David Mendoza y a la doctora, Eveline Sigl, el emplear este término, fue el saber a profundidad lo que conlleva este patrimonio inmaterial de la humanidad. La simbología de las danzas autóctonas y folcklóricas del país, tiene una trascendencia desde el siglo XIX.
Mendoza resalta que en los comienzos gloriosos de esta festividad, existía un sentir religioso, no es de sorprenderse, porque es de esa manera que dio sus primeros pasos en el territorio Boliviano.
Otro aspecto que se destaca es el factor económico, que sin duda alguna es por lo que muchas personas invierten sus entradas financieras para poder recibir la bendición del Jesús del Gran Poder.
Luego de dos años paralizados, en cuanto a la economía, esta festividad tendrá un movimiento para aquellos sectores afectados por la pandemia. Bailarines, bordadores, peinadores, maquillistas y hasta personas dedicadas al comercio informal, son los que se preparan para hacer realidad la Fiesta del Patrimonio Nacional e Intangible de la Humanidad.
Fuente: Sarai Choquerive y Luz Zuleta