Si de desarrollo se habla, en Bolivia la ciudad número uno es Santa Cruz, debido a su alto índice de crecimiento económico e industrial que mueve el comercio de todo un país. No es de extrañarse, puesto que se trata de una ciudad resiliente, que puede acomodarse a cualquier situación, incluso a la abierta indiferencia del Estado Central, respecto a las recientes demandas de la urbe cruceña.
Revisando la historia de Santa Cruz de la Sierra, se puede observar la planificación que se realizó a mediados del siglo XX para la disposición urbana que proyecte no solo su presente sino su creciente futuro. Y es así que la capital cruceña se convirtió en una metrópoli en donde convergen diferentes industrias impulsadas por el trabajo de aquellos migrantes que hicieron de la ciudad lo que es hoy.
Asimismo, Santa Cruz recibe cada día a nuevos habitantes que llegan desde el interior del país por la promesa de trabajo y bienestar, que puede brindar la capital oriental y que, además, cuenta con una tasa de crecimiento destacado a nivel internacional. Según un reciente estudio del Instituto Cruceño de Estadística, el PIB departamental de Santa Cruz es del 34% sobrepasando un tercio al PIB nacional.
Además, el ICE destaca que Santa Cruz el crecimiento exponencial de la población urbana, logrando un índice de pobreza del 3,3% contra el 11% del país. Sin embargo, estos datos son solo referenciales, hasta el momento que en se realice un censo que brinde información más exacta, ya que por ahora la ciudad cruceña solo se basa en proyecciones que requieren de un respaldo estadístico pronto.
Por otra parte, se debe resaltar que aquello que más ha impulsado el crecimiento económico de urbe cruceña y por ende del departamento, son las inversiones de familias empresarias principalmente en el área inmobiliaria, puesto que son cada vez más los proyectos en ese campo, con edificaciones dedicadas a la hotelería de lujo o a las zonas de urbanización cerrada como el Urubó. Todo ello en contraste con la poca inversión que el Estado ha realizado en los últimos años para la capital industrial del país.
Para algunos especialistas como, el presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Fernando Hurtado, la capital oriental debe tener una planificación territorial estratégica que permita el acceso a mejores servicios a los ciudadanos y que a su vez capte inversión extranjera que potencie la capacidad productiva de la región.
Cabe recalcar que según un estudio realizado este año por Funda-Pro, existen al menos 185 Startups en Santa Cruz. Uno seguramente se preguntará, qué es una Starup, un término bastante que se ha hecho popular en los últimos años y que se refiere a aquellas empresas o emprendimientos que poseen una fuerte relación con la tecnología, y que por ende mantiene una constante comunicación con sus clientes logrando la masificación de sus ventas.
Y son aquellos emprendimientos digitales los marcan un 44% en Santa Cruz, en diferentes sectores desde el e-commerce hasta soluciones tecnológicas de información que ayudan a los negocios a desarrollar productos de alta innovación a un bajo costo.
Es por todos estos aspectos que Santa Cruz, a través de los años se ha ido convirtiendo en el principal centro económico en pleno crecimiento de nuestro país, y que en un futuro muy cercano se desarrollará como una “Smart City” gracias a su modelo de inversión capitalista que fomenta el ahorro y contribuye a la recuperación económica del país.
Finalmente, el mayor potencial que tiene Santa Cruz es la población joven, que aporta con innovación y mano de obra calificada que garantiza el desarrollo de la región llegando a ser el motor del progreso cruceño.
Nota de opinión